29 de febrero de 2008

Regañón

La llegada de Jacinto Solano a la viña era una auténtica fanfarria de carnaval. Desde varias leguas a la redonda se le oía acercarse montado en aquel cachivache destartalado, que se mantenía en pie de puro milagro. Parecía un coche de bodas, de boda pobre, se entiende, arrastrando su escandalosa ristra de latas en el parachoques.
Fragmento del cuento regañón (un viento riojano).
Publicado en Piedra de Rayo número 26.

1 comentario:

CITE - RIOJA dijo...

¡Qué bien escribes tío! Me alegro que hayas hecho el blog. Voy a ser asidua. Y lo voy a envíar a mis contactos. Ahora sí, cuando ganes el Cervantes me lo tendrás que dedicar.