27 de febrero de 2008

Sarmiento

Todos los siervos, los de gleba y los de no gleba, los de cazo y los de no cazo, andaban pendientes del cielo, pero no de los colores del cielo sino de los sonidos del cielo. ¡Vaya revoltijo de campanas, pizpiretas y alicortas, risueñas y meditabundas, que retumbaban allá arriba y que trastabillaban aún más el vuelo sincopado de las golondrinas! Tanto clamor no se recordaba ni cuando se produjo el desposorio del conde con la condesa y mira que se montó jolgorio aquel día en Nájera, que la corte echó la casa por la ventana trayendo bufones, saltimbanquis y hasta un elefante indio...
Fragmento del cuento Sarmiento.
Publicado en Piedra de Rayo número 27

No hay comentarios: