24 de junio de 2008

Destirpador

Pero ¿por qué he dicho en mis tiempos? ¿Acaso no son mis tiempos estos tiempos de ahora? Antes yo no me planteaba estas cuestiones। No me planteaba lo que era el tiempo. Simplemente vivía. No me planteaba lo que era la felicidad. Simplemente era feliz. No me planteaba lo que era el aburrimiento. Simplemente me aburría. Antes mi lenguaje era más sencillo, menos elaborado. El mañana era el mañana, pero ahora al mañana le llamo futuro. Y al ayer, pasado. Igual es que me estoy volviendo más sabia. Quiero decir que me noto más comprensiva. Pero me parece que me he hecho más sabia demasiado tarde. Porque también soy más infeliz. O puede ser que la sabiduría lleve consigo un poso de amargura. Ahora, lo noto, no hace falta que me mire en un espejo, soy una azada triste. Más sabia, sí, pero más triste.
Fragmento del cuento Destirpador.
Publicado en el número 9 de Piedra de Rayo.

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