6 de marzo de 2008

Ñaco

"¡Maldito campo!", mascullan las cepas tempranillo para sus adentros, porque llevan aquí, en la viña, clavadas desde siempre, desde que el mundo es mundo, cada una en su agujero, cumpliendo la jornada laboral a rajatabla, sin un domingo, sin un respiro, disimulando su cansancio, tragándose su amargura, como debe ser y no como esa cepa boliviana, tan poquita cosa y tan quejica, que menuda cara tiene la espabilada, no hace más que escaquearse de la fila pero su apetito no mengua, venga zamparse el abono de todas sin pegar clavo y total ¿para qué?, para sacar unos racimos raquíticos, unos racimos subdesarrollados que ni valen para zurracapote, lo que tendría que hacer la cepa boliviana, se dicen las cepas tempranillo, es coger su patera de nuevo y largarse a su bosque tropical, que aquí se necesitan cepas que tengan huevos y no señoritingas.
Fragmento del cuento Ñaco.
Publicado en el número 22 de Piedra de Rayo.

2 comentarios:

map dijo...

Suena racista pero no podemos olvidar que el "papeles para todos"incluye también a las cepas que se escaquean pero se aprovechan del esfuerzo de las demás para obtener beneficios.
Gracias a Dios, no todas las cepas bolivianas son iguales y las hay responsables, trabajadoras y esforzadas por tener una vida mejor sin aprovecharse de la de los demás.
¿Alguien puede negarles eso?

map dijo...

Lo siento, no he dejado mi dirección de correo electrónico, quizá alguien quiera........
apus6101@yahoo.es